La primera regla del club de la pelea es no hablar del club de la pelea. Cada fin de semana, muchísimos jóvenes oficinistas se quitan los zapatos, las camisas y pelean entre sí hasta la extenuación. Los lunes vuelven a sus despachos con los ojos amoratados y un embriagador sentimiento de omnipotencia. Sin embargo, estas reuniones son sólo el comienzo del plan con el que Tyler Durden, proyeccionista, mesero y oscuro genio confuso y desordenado, aspira a vengarse de una sociedad paralizada por el consumismo irritado.
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