Autor: POWELL, Philip
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Prólogo a la edición española
Las siguientes páginas fueron escritas originariamente en inglés, con destino a mis compatriotas de los Estados Unidos, para familiarizarlos con el crecimiento de la «leyenda negra» antiespañola y las variadas formas en que nuestras opiniones sobre España y los españoles y sobre su historia, han sido torcidas por los odios y difamaciones de propagandas y prejuicios nacidos en tiempos de guerra y de tensiones nacionalísticas. Aunque España y mi país hoy día están en paz, y las animosidades entre los pueblos de habla inglesa y española ya no tienen la virulencia de antaño es, sin embargo, verdad que las pautas de pensamiento «leyenda-negristas» persisten en la estructura educativa de los Estados Unidos y proveen una continuada fricción en ciertos de los aspectos más importantes de nuestras relaciones con los países y pueblos de la Península Ibérica y Latinoamérica.
En exceso difícil es el extirpar o aún contrarrestar esos vestigios de la Leyenda Negra, precisamente porque todavía ejercen influencia poderosa en nuestros círculos intelectuales y de liderato. La tragedia fundamental es que la Leyenda Negra, de por sí un acceso antiintelectual al mundo hispánico, permanezca arraigada con tanta firmeza en los mencionados círculos culturales del mundo angloamericano y, también, en la mayoría de los pueblos occidentales, incluyendo a Latinoamérica. A diferencia de otros prejuicios raciales, religiosos o propagandísticos, esta Leyenda es pocas veces reconocida como tal, y aún menos veces condenada, por los mismos líderes intelectuales que se jactan de luchar contra similares prejuicios de raza, color o religión.
Mis años de compenetración y conciencia de la sensibilidad de los españoles en particular —-así como la de los no hispanos que comprenden y deploran las falacias de la hispanofobia—- hacia el carácter difamatorio de la Leyenda Negra y al mal que ha causado, me han movido a presentar esta edición en lengua castellana de mi obra, titulada en inglés Tree of Hate. Lo hago en la creencia de que la gente de habla española, en cualquier país que se halle, puede beneficiarse de un conocimiento de las diversas maneras en que la Leyenda y sus ecos han ocasionado daños a su reputación, tanto en el pasado como en el presente, perjudicando las interrelaciones de las dos culturas más extensas del Oeste, los mundos de habla inglesa y española.
Mi más cara esperanza es que un conocimiento amplio de la Leyenda Negra y sus efectos, en ambos nuestros mundos, allanará el camino hacia el establecimiento de vínculos más fuertes de amistad y simpatía, los que considero esenciales para que sobreviva y prospere lo que llamamos «civilización occidental».
Las siguientes páginas fueron escritas originariamente en inglés, con destino a mis compatriotas de los Estados Unidos, para familiarizarlos con el crecimiento de la «leyenda negra» antiespañola y las variadas formas en que nuestras opiniones sobre España y los españoles y sobre su historia, han sido torcidas por los odios y difamaciones de propagandas y prejuicios nacidos en tiempos de guerra y de tensiones nacionalísticas. Aunque España y mi país hoy día están en paz, y las animosidades entre los pueblos de habla inglesa y española ya no tienen la virulencia de antaño es, sin embargo, verdad que las pautas de pensamiento «leyenda-negristas» persisten en la estructura educativa de los Estados Unidos y proveen una continuada fricción en ciertos de los aspectos más importantes de nuestras relaciones con los países y pueblos de la Península Ibérica y Latinoamérica.
En exceso difícil es el extirpar o aún contrarrestar esos vestigios de la Leyenda Negra, precisamente porque todavía ejercen influencia poderosa en nuestros círculos intelectuales y de liderato. La tragedia fundamental es que la Leyenda Negra, de por sí un acceso antiintelectual al mundo hispánico, permanezca arraigada con tanta firmeza en los mencionados círculos culturales del mundo angloamericano y, también, en la mayoría de los pueblos occidentales, incluyendo a Latinoamérica. A diferencia de otros prejuicios raciales, religiosos o propagandísticos, esta Leyenda es pocas veces reconocida como tal, y aún menos veces condenada, por los mismos líderes intelectuales que se jactan de luchar contra similares prejuicios de raza, color o religión.
Mis años de compenetración y conciencia de la sensibilidad de los españoles en particular —-así como la de los no hispanos que comprenden y deploran las falacias de la hispanofobia—- hacia el carácter difamatorio de la Leyenda Negra y al mal que ha causado, me han movido a presentar esta edición en lengua castellana de mi obra, titulada en inglés Tree of Hate. Lo hago en la creencia de que la gente de habla española, en cualquier país que se halle, puede beneficiarse de un conocimiento de las diversas maneras en que la Leyenda y sus ecos han ocasionado daños a su reputación, tanto en el pasado como en el presente, perjudicando las interrelaciones de las dos culturas más extensas del Oeste, los mundos de habla inglesa y española.
Mi más cara esperanza es que un conocimiento amplio de la Leyenda Negra y sus efectos, en ambos nuestros mundos, allanará el camino hacia el establecimiento de vínculos más fuertes de amistad y simpatía, los que considero esenciales para que sobreviva y prospere lo que llamamos «civilización occidental».
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