Prólogo
Por cuanto la Poesía pertenece a esas actividades anímicas que conforman contenidos inconscientes, no me parece inadecuado iniciar este tomo con un ensayo que se ocupa de ciertas cuestiones de principio tocantes al poeta y su obra. A esta discusión siguen dos conferencias sobre el tema del renacimiento, que han surgido en ocasión de un simposio sobre estas cuestiones. El drama, este principal objeto del arte poético, reposa originariamente sobre el acontecer, mágicamente eficaz, del culto, que en figura y sentido representa un δρώμενoν ο δράμα, lo actuado o lo hecho. Se trata de una tensión aumentada, que se vuelca en una περιπέτεια, un acmé, y se liberta. El espacio de la vida se restringe amenazante hasta la angustia mortal, y justamente de estas angustiae (estrechez, apuro, pobreza, necesidad) se presenta nuevo nacimiento, que redime y expande. Como es fácilmente visible, el drama es una copia de una situación eminentemente psicológica que, frecuente y múltiplemente variada, se repite en el existir humano y por lo tanto constituye también expresión al mismo tiempo y motivación de un arquetipo, vestido en formas de diversa especie, de difusión universal.
La tercera contribución es de naturaleza casuística. Contiene la representación de un proceso de transformación hecho visible mediante imágenes. Esta investigación es completada, en la contribución siguiente, mediante una vista general sobre la casuística del simbolismo mandala. De manera correspondiente, la interpretación de las imágenes es principalmente formal y destaca, en oposición al trabajo precedente, más la concordancia general de las imágenes que su psicología individual.
C. G. JUNG
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